La información es un bien económico, y es tan valiosa, que se paga para obtenerla, se paga para suprimirla o distorsionarla y se paga por obtenerla, aunque se tenga que asesinar al que la posee. La información no sólo es valiosa, sino que tiene un precio, por eso es una mercancía. Tanto la libertad de expresión, como la libertad de información son necesidades humanas. El hombre necesita estar informado, por ello la libertad de información debe ser libre.
Es tan importante la información que la cibernética la ha tomado y la ha convertido en informática. Vean ustedes que se habla de la ciencia de la informática porque la cibernética la ha ubicado en ese nivel, y en su concepción teórica, le ha dado un tratamiento a la información proporcionando que es la informática. La propiedad intelectual de quien ha creado ese instrumento no está reconocida y tenemos que ayudar a que se reconozca esa propiedad que es tan valiosa.
Es cierto que en algunos países ya se reconoció pero también es cierto que hay países donde si siquiera hay periodismo, ni televisión, porque son víctimas de un imperialismo cultural.
Las libertades de expresión e información son un valor indispensable en toda sociedad que se defina como democrática o libre, ya que su recorte implica en la práctica un recorte a la libertad de pensamiento. Estas libertades no admiten matices: se tienen o no se tienen. Toda limitación a la libertad de pensamiento y su expresión es incompatible con un régimen social moralmente aceptable. Es inaceptable que el Estado controle la información. Si se considera que alguien difunde informaciones infundadas o distorsionadoras la estrategia adecuada no pasa por un ente calificador que autorice o desautorice. De ahí a la existencia de organismos censores hay un paso, y se estaría tolerando la existencia de alguien que decida qué debemos leer, oir, visualizar... y por tanto pensar.
El derecho a la información no puede estar limitado a profesionales con credencial y medios de comunicación oficialmente autorizados. Los delitos relacionados con el derecho de información no pueden ser imputados a los medios de difusión, sino a sus autores. El hecho de que los medios puedan ser multados o clausurados por difundir informaciones u opiniones conlleva la promoción de la autocensura, una poderosa forma de censura.
Bibliografias:http://espiral.org/node/33
http://www.revistafuturos.info/futuros_9/lib_exp.htm
Por: Diana Patricia Garcia Valle
No hay comentarios:
Publicar un comentario